Para quienes estén dando sus primeros pasos con un telescopio, o planean comprar uno, la buena noticia es que: ¡hay muchísimas cosas para observar en los cielos, aún para quienes viven en la ciudad!, porque a pesar de la contaminación luminosa, hay riqueza inimaginable en objetos para ver. La gran pregunta es: ¿a cuál enfocar el telescopio?
Es conveniente destacar que la calidad de lo que se ve
depende del instrumento, su tamaño y su diseño, la oscuridad del cielo, la
contaminación lumínica, así como el seeing o calidad de la visibilidad,
que será mejor o peor de acuerdo a las condiciones atmosféricas al momento de
la observación.
Hay una gran cantidad de objetos celestes para disfrutar con un telescopio, como este en Big Hill, NSW. Fuente: Ryan Wick a través de Flickr. |
Por supuesto que un telescopio grande es lo más deseable, y que cuanto menos contaminación lumínica, mejor, pero la buena visibilidad es el factor determinante para ver los astros con éxito.Y esto depende de factores como la turbulencia y la transparencia del aire, por ejemplo.
Un mal seeing dificulta el enfoque y disminuye la nitidez, con la consiguiente pérdida de detalle. Pero si las condiciones de visibilidad son óptimas, aún un telescopio modesto va a brindar una excelente experiencia de observación.
Entonces, aunque se disponga de un equipo pequeño o se viva
en la ciudad, con ayuda de cartas estelares descargables fácilmente de internet
y, por supuesto, un buen seeing, observar los siguientes objetos celestes
brindará una experiencia inolvidable para toda la familia:
1.
Planetas y satélites del Sistema Solar
2.
Estrellas de primera magnitud
3.
El cúmulo estelar de las Pléyades
4.
Las grandes galaxias en espiral de
Andrómeda y el Triángulo
5. La constelación de Orión y la nebulosa de Orión
1.- Los planetas y satélites naturales del Sistema Solar
Otro tesoro para la observación está en los planetas de
nuestro Sistema Solar, que en orden ascendente de cercanía al Sol son:
Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
A simple vista son visibles los planetas Mercurio, Venus,
Marte, Júpiter, Saturno y Urano, aunque este último solo se puede ver bajo
condiciones óptimas de visibilidad, y sabiendo dónde buscar. Eso a causa de su
extrema lejanía.
Desde luego, estos mismos planetas también podrán ser
detectados con cualquier telescopio de aficionado, revelando mayor o menor
cantidad de detalles, como los anillos de Saturno y la imponente mancha roja de
Júpiter. Todo dependerá, como se dijo antes, de la calidad del instrumento y
las condiciones de visibilidad. El uso de filtros facilita la visualización de
algunas estructuras.
Imagen de Júpiter, el planeta más grande de nuestro Sistema Solar, destacando las bandas, la gran mancha roja y una aurora polar. Fuente: PxHere. |
En cuanto a Neptuno, hay que advertir que siempre aparecerá
como un puntito luminoso, aún si se dispone de un buen telescopio, ya que se
encuentra en los confines del Sistema Solar. Sin embargo, puede ser un reto
divertido lograr dar con él y distinguirlo de las estrellas circundantes. De
Urano, visible a simple vista en buenas condiciones, tampoco será posible
observar detalles ni sus lunas.
Lo bueno de ubicar a la Luna y los planetas del Sistema
Solar es que no se encuentran desperdigados por cualquier parte del cielo, sino
que siguen una trayectoria determinada, llamada la eclíptica. Esta es
una línea imaginaria sobre la cual se mueven el Sol y su cortejo de astros a lo
largo del año, así que los planetas siempre estarán localizados sobre esta
línea. Allí también están las constelaciones del zodíaco.
Una vez ubicada la eclíptica, se la puede seguir en busca de
astros con la ayuda de alguna aplicación como Sky Map o Stellarium. También en
internet hay mucha información acerca de las fechas y las horas con mejor
visibilidad para los astros, así como de las condiciones atmosféricas.
2.- Las estrellas más brillantes del cielo nocturno
Las estrellas son objetos enigmáticos y llenos de poder, en
cuyo interior se han forjado los elementos que luego dieron origen a más
estrellas, planetas y a todo lo que conocemos. Si bien es cierto que aún las
más brillantes lucen en el telescopio como puntos luminosos de colores, cada
una tiene una historia fascinante que contar, así como una magia muy particular.
A su alrededor se han tejido cientos de leyendas y mitologías, desde que las
primeras personas alzaron sus ojos ante la maravilla del cielo de la noche.
Además, conocer su ubicación ayuda a encontrar fácilmente
otros objetos astronómicos interesantes, puesto que son excelentes referencias.
Los antiguos navegantes las utilizaban para llegar a tierras lejanas.
A continuación presentamos las cinco estrellas más
brillantes de la noche, por orden de magnitud, con una brevísima descripción de
sus características más importantes:
Sirio
Esta magnífica estrella blanco azulada es la más brillante
de todo el cielo nocturno y está localizada en la constelación del Can Mayor.
En términos astronómicos no es de las más lejanas (y tampoco de las más
grandes), ya que se encuentra a unos 8.6 años luz de la Tierra y en realidad es
un sistema binario, es decir, hay una compañera más pequeña, que es una enana
blanca.
Los meses del invierno boreal son los más idóneos para
observarla en todo su esplendor.
Vista de Sirio en el cielo nocturno. Fuente: Wikimedia Commons. |
Canopus
Esta estrella de la constelación austral Carina, es casi tan
brillante como Sirio, pero está muchísimo más lejos, a 309 años luz de
distancia.
Ya es posible imaginar que se trata de una estrella
extraordinariamente luminosa y además, muy enigmática, pues pertenece a la
categoría de estrellas gigantes blanco-amarillas, lo cual dificulta saber en
qué etapa de su evolución se encuentra.
Puede observarse a la par de Sirio, un poco más al sur, durante el invierno boreal.
Alfa Centauri
Es la estrella más cercana al Sistema Solar, a unos 4 años luz, pero no es una estrella única, sino un sistema estelar con al menos tres componentes: Rigil Kentauros, Tolimán y Próxima Centauri. Se encuentran en la gran constelación del Centauro, adyacente a la constelación de la Cruz del Sur.
Las dos primeras estrellas se ven desde la Tierra como un
único punto luminoso, mientras que la tercera, Próxima, se llama así por ser la
estrella más cercana a la Tierra después del Sol. No obstante, es una enana
roja demasiado tenue, que requiere de telescopios muy potentes para ser vista.
Hay planetas rondando este sistema, aunque a causa de la
extrema lejanía no se pueden ver con el telescopio. Algunos son potencialmente
habitables.
La mejor época para ver este sistema desde el hemisferio
norte es durante la primavera boreal, muy cerca del horizonte. No es visible
desde todas las latitudes norteñas, y aún desde localidades ecuatoriales se la
ve bastante al sur.
En cambio, siempre es visible desde cualquier parte del
hemisferio austral.
Dado que Alfa Centauri no es una estrella única, en muchas listas que ordenan a las estrellas por su magnitud, se coloca a Arturo, la siguiente en esta lista, en tercer lugar y a Alfa Centauri en cuarto.
Arturo
Esta estrella se encuentra en la constelación del Boyero, a casi
37 años luz de distancia del Sistema Solar. Es una estrella gigante anaranjada
y envejecida, que algunos creen que proviene de otra galaxia, capturada por la
Vía Láctea en tiempos remotos. En mi artículo acerca de Arturo les cuento un poco más sobre esta interesante teoría, les dejo aquí el enlace.
No se han detectado planetas orbitando Arturo y la mejor época para verla es durante la primavera boreal, cuando forma el llamado ‘Triángulo de la primavera’ junto a Régulus (constelación de Leo) y Spica (constelación de Virgo).
Vega
Es una estrella blanco azulada, joven y más masiva que el
Sol, ubicada a 25 años luz del Sistema Solar, en la constelación de Lira. Se
muestra durante la época del verano boreal, formando el ‘Triángulo de verano’,
con Altair (constelación del Águila) y Deneb (constelación del Cisne).
Es visible desde latitudes boreales y las regiones ecuatoriales, así como parte de las latitudes australes, excepto en puntos muy cercanos al polo sur.
Interesante comparativa entre los tamaños de los planetas del Sistema Solar, el Sol y otras estrellas visibles en su mayoría a simple vista. Fuente: Wikimedia Commons. |
3.- Las Pléyades
En el catálogo Messier las Pléyades se denominan M45 y se
encuentran en la constelación de Tauro, que al ser una de las constelaciones
del zodíaco, se encuentra cercana a la eclíptica. De manera que buscando a los
planetas, eventualmente también daremos con este precioso cúmulo, conocido popularmente
como las Siete Hermanas o las Siete Cabritas.
En el hemisferio norte se pueden ver durante los meses de
otoño e invierno, mientras que en los países australes adornan las noches de
primavera y verano.
Son de los objetos celestes más fáciles y hermosos de ver,
un cúmulo compuesto por estrellas muy jóvenes y blanco azuladas, relacionadas
gravitacionalmente, así como enanas marrones, que son objetos que no llegaron a
convertirse en estrellas, debido a que su reactor nuclear nunca llegó a activarse
por carecer de la masa crítica necesaria. A estas, obviamente, no se las ve por
su baja luminosidad.
El conjunto dista unos 400 años-luz de la Tierra o un poco
más. La distancia exacta todavía no se conoce con mayor precisión.
A simple vista se ven siete u ocho estrellas, pero el cúmulo
contiene muchas más, tal vez unas mil. Con un telescopio se puede distinguir un
centenar.
El cúmulo estelar de Las Pléyades. Fuente: Wikimedia Commons. |
4.- Grandes galaxias en espiral
Muchos dueños de telescopios ignoran que con ellos es
posible distinguir numerosas galaxias. Eso sí, normalmente aparecerán como
pequeñas y débiles manchas luminosas, pero hay que pensar que están a millones
de años luz y contienen millones de estrellas. A simple vista hay dos galaxias
en espiral que pueden verse: Andrómeda (M31) en la constelación boreal del
mismo nombre y bajo circunstancias excepcionales, la galaxia del Triángulo
(M33), un poco más pequeña que la Vía Láctea y Andrómeda.
Aparte de estas dos galaxias, con el telescopio es posible
distinguir la galaxia del Molinete (M101) en la Osa Mayor, la galaxia del
Remolino (M51) en Canes Venatici y la galaxia del Sombrero (M104) en la
constelación de Virgo, todas muy llamativas.
Otro hermoso espectáculo visible en la mayoría de los
telescopios es la galaxia de Bode (M81) y su vecina, la galaxia del Cigarro (M82) en el
mismo campo de visión. Se ubican en la constelación de la Osa Mayor.
La primavera boreal es la estación en la cual es posible ver
una gran cantidad de galaxias, ya sea con binoculares o con telescopios.
La hermosa galaxia espiral de Bode y su vecina la galaxia del cigarro. Fuente: Wikimedia Commons. |
5.- La constelación de Orión
Esta magnífica constelación en forma de rectángulo adorna el cielo invernal en el hemisferio norte, o el cielo de verano del hemisferio sur. Prácticamente es visible desde todas las latitudes y fácilmente reconocible por las estrellas de primera magnitud en sus vértices, su cinturón compuesto de tres brillantes estrellas y la nebulosa de Orión (M42), repleta de objetos interesantísimos.
La constelación de Orión, el cazador. La flecha apunta desde el cinturón de Orión hasta Sirio, en la constelación del Can Mayor, la estrella más brillante de la noche. Fuente: Wikimedia Commons. |
La nebulosa de Orión, adyacente a la espada de Orión, es sin
duda la más llamativa. Por su alto brillo es visible aún a simple vista como
una tenue mancha luminosa de color rosado. Con un telescopio es posible
contemplar las jóvenes estrellas del Trapecio, que están en su interior.
Al extremo del cinturón, bajo la estrella Alnitak, está la nebulosa de la Cabeza de Caballo y en uno de los vértices del rectángulo, la llamativa gigante roja Betelgeuse. Si quieres saber más de Orión, haz clic aquí.
Y con Orión finaliza esta lista de objetos interesantes para
ver con el telescopio, destacando que todos son muy fáciles de ubicar y, sin
duda, brindarán maravillosas experiencias de observación y uso del telescopio,
tanto en el campo como en la ciudad.
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