Masa, volumen, distancia, tiempo, momento angular, luz…
Estos son algunos de los conceptos básicos de Física necesarios para comprender el comportamiento de los sistemas a nivel de escalas astronómicas, sean estos planetas, estrellas o galaxias. Lo bueno es que para hacerlo, la Física que se requiere casi siempre es muy sencilla, a base de conceptos y principios que nos enseñan en la escuela.
Así que
comenzaremos haciendo un recuento de los más utilizados.
Masa
Propiedad
intrínseca de todos los cuerpos que mide su inercia. ¿Y qué es la inercia?
Pues no es otra cosa que la resistencia
a la cambiar la velocidad. A los objetos con más masa les cuesta más cambiar la
velocidad cuando se encuentran bajo la influencia de una fuerza.
En el
Sistema Internacional de Unidades (SI), el más utilizado en Ciencia, la masa se
mide en kilogramos. Por ejemplo, la masa de la Tierra es 5.972 x 1024
kg y la del Sol es 1.989 x 1030 kg.
La masa de
un cuerpo permanece constante (a menos que se indique otra cosa), sin importar
en qué parte del Universo se lo ponga. No así con el peso. Para empezar se
trata de dos cantidades de naturaleza diferente, la masa es un escalar,
mientras que el peso es un vector. Un objeto tiene un peso en la Tierra y otro
distinto en la Luna, porque allá la gravedad es menor.
En
Astronomía muchas veces veremos la masa de los planetas expresada en términos
de la masa terrestre. Júpiter, para mencionar un caso, tiene una masa de 1.898
x 10 27 kg, esto es cerca de 318 masas terrestres.
Con las
estrellas se procede de manera análoga, la masa se expresa en términos de la
masa del Sol, y así tenemos una idea de cuán grande o pequeña es una estrella
comparada con el astro rey. Así Sirio, la estrella más brillante del firmamento
nocturno, tiene una masa aproximada de 2.02 veces la del Sol, pero hay
estrellas muchísimo más masivas.
Hasta la
fecha, la estrella más masiva que se conoce es R136a1 en la Gran Nube de Magallanes, que es
equivalente a 265 masas solares.
Volumen y densidad
El volumen también es una propiedad importante. Equivale al
espacio ocupado por un cuerpo y en Si sus unidades son m3. La forma
esférica o esferoidal es muy común entre los objetos del Universo, aunque claro
está, algunos tienen otra. Pero en todo caso la esfera es muy conveniente para
aproximar formas y tener idea de su volumen.
El volumen V de una esfera depende de su radio R y viene
dado por:
Vesfera = (4/3)πR3
Y esto nos lleva de inmediato al concepto de densidad,
porque muchas veces es más conveniente trabajar con esta que con la masa, con
la cual está relacionada, ya que se define como el cociente entre la masa M y
el volumen V de un cuerpo y se denota con la letra griega ρ (se lee “rho”):
ρ = M/V
Las unidades de la densidad en SI son kg/m3.
La densidad es muy importante para hacernos una idea de la
naturaleza de los objetos astronómicos. Ahí tenemos el caso de los planetas del
Sistema Solar.
En nuestro Sistema Solar los planetas se dividen en dos
categorías: planetas rocosos o terrestres y planetas gigantes o jovianos, esto último es porque Júpiter
es el planeta representativo.
Los planetas rocosos son, en orden de cercanía al Sol:
Mercurio (el más cercano), Venus, la Tierra y Marte. La densidad de estos
planetas es mayor que la de los planetas gigantes, la Tierra por ejemplo 5561
kg/m3 es el más denso de todos.
En cambio los planetas gigantes son mucho menos densos y por
eso los astrónomos saben que no son rocosos. El menos denso de todos es
Saturno, cuya densidad es menor que la del agua, por lo que podría flotar en
ella.
La ley de gravitación universal de Newton
Entre dos objetos cualesquiera inevitablemente existe una
fuerza de atracción en virtud de su masa. Esta fuerza es proporcional a dichas
masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que separa los
objetos. La magnitud de dicha fuerza viene dada por:
F = G mM /r2
Donde m y M son las masas de los objetos que interactúan, r la
distancia que los separa y G es la constante de gravitación universal, cuyo
valor es G = 6.674 x 10 -11 N.m2/kg2. Ningún
objeto en el universo se escapa de la interacción gravitatoria, lo que pasa es
que a nivel de las cosas comunes, la interacción es muy pequeña como para que
se note.
Y esto se advierte cuando se ve lo pequeña que es la constante G, basta fijarse en el exponente del valor. Pero a nivel
de objetos astronómicos sí que es relevante, porque allí las masas son muy
grandes, como vimos en el apartado anterior, y esto compensa la pequeñez de G.
Por otro lado, la fuerza es un vector, y en este caso, la
interacción gravitatoria es una fuerza central, porque está dirigida a lo largo
de la línea que une los centros de los objetos. Así que la descripción de la
fuerza de gravedad está completa cuando se especifica su dirección y su sentido.
¿Es la fuerza de atracción de la Luna sobre la Tierra más
pequeña que la fuerza de atracción de la Tierra sobre la Luna? Si alguien está
tentado a responder que sí, porque la masa de la Luna es menor, le recordamos
la ley de acción y reacción de Newton: ambas fuerzas tienen igual magnitud, la
misma dirección, pero sentidos opuestos.
El movimiento circular
Las leyes de Kepler afirman que los planetas se mueven
alrededor del Sol en órbitas elípticas, sin embargo muchas de esas órbitas
tienen una excentricidad muy pequeña. La excentricidad es el parámetro que mide
lo alejada que está una elipse de una circunferencia, en otras palabras, cuanto
mayor es la excentricidad, más achatada es la elipse.
Por lo tanto se puede aproximar el movimiento como si fuera
circular, lo cual facilita mucho tener una primera aproximación de los
parámetros tales como velocidad y aceleración.
Cuando un cuerpo se mueve describiendo una circunferencia,
tiene una aceleración dirigida hacia el centro de la trayectoria, porque de
otro modo seguiría de largo, no daría la vuelta. Esta aceleración depende del
radio R y la velocidad v del objeto. La llamaremos ac:
ac = v2/R
Como toda aceleración, las unidades de ac en el
Sistema Internacional son m/s2.
Cuando un objeto de masa m se mueve alrededor de un objeto
más masivo de masa M, en una órbita circular de radia R, el objeto masivo
ejerce sobre el una fuerza cuya magnitud ya conocemos de la ley de gravitación
Universal de Newton.
Y de la segunda ley de Newton, sabemos que esa fuerza
ocasiona una aceleración, en otras palabras:
F = mac = G mM /R2
Por lo tanto:
ac = G M /R2
Entonces es válido igualar así:
v2/R = G M /R2
Y despejamos v, la velocidad del objeto de masa m:
El objeto de masa m podría ser la Tierra, girando alrededor
del Sol. Sabemos que en promedio, la Tierra dista del Sol unos 150 millones de
kilómetros.
Tomemos algunos de los datos numéricos que hemos dado a lo largo
del texto y vamos a ponerlos juntos en esta ecuación, para calcular la
velocidad con la que la Tierra se mueve alrededor del Sol en su movimiento de
traslación:
M = 1.989 x
1030 kg
R =
150.000.000 km = 1.5 x 1011 m
G = 6.674
x 10 -11 N.m2/kg2
Sustituyamos estos valores en la fórmula de la velocidad:
Así que mientras lee esto, el lector se encuentra viajando
por el espacio a casi 30.000 m/s o 30 km/s si lo prefiere. Bastante rápido por
cierto.
Ahora vayamos al momento angular:
El momento angular
El momento angular es una magnitud vectorial muy interesante
porque se conserva. Para cambiarla se requiere la acción no solamente de una
fuerza externa, sino de un torque externo.
El momento angular de un cuerpo rígido girando alrededor de
un eje fijo se denota como L. Respecto a dicho eje, el objeto tiene un momento
de inercia I, y al girar lo hace con velocidad angular ω.
Definiendo el momento angular de manera análoga al momento
lineal, cuya magnitud es P = mv, es decir, masa por velocidad, L se expresa
como momento de inercia por velocidad angular:
L = I ω
Las unidades de L en SI son kg.m2 /s.
Otra forma de expresar L es mediante la velocidad lineal v:
v = ω.r
L = I v /r
Pero cuando I = mr2, L queda:
L = m.v.r
En el caso de un planeta girando alrededor de su propio eje,
cuya masa se mantiene constante, y ya que el momento angular también se
mantiene así, el producto v.r (velocidad x radio) es constante también. La
segunda ley de Kepler da cuenta de esto, por eso es importante tener en mente
el concepto de momento angular.
Los objetos en el universo giran continuamente. Las
estrellas lo hacen también y puede ocurrir un desequilibrio que la lleve a
colapsar sobre sí misma, por causa de su propia gravedad. En este caso, la
estrella se contrae asombrosamente hasta unos kilómetros de radio. Pero como en
teoría su masa se mantiene constante, cuando el radio disminuye, la velocidad
de rotación aumenta vertiginosamente para compensar la disminución y mantener L
constante.
Tales objetos se conocen con el nombre de púlsar. En su
rápido giro, estos objetos son notables por emitir una gran cantidad de rayos X
en pulsos regulares. La frecuencia de emisión es la misma frecuencia de
rotación, que puede ser tan breve como de unas milésimas de segundo por vuelta.
Me encanta que ahora tengas tiempo para nuestro sueño de siempre. LA Astronomía. También me encantó que no incluiste el tiempo porque ha de ser un capítulo aparte. Excelente y preciso como siempre tu. Saludos y éxitos.
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