miércoles, 20 de noviembre de 2024
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miércoles, 23 de octubre de 2024
Cómo calcular el campo eléctrico de una distribución continua de carga paso a paso
Cuando se tiene un objeto de tamaño mensurable, que además está provisto de carga eléctrica, se dice que se tiene una distribución de carga continua. El objeto puede ser un cable, una lámina, una esfera, un cilindro o, en general, cualquier objeto con tres dimensiones.
En realidad, se
podría argumentar que la carga eléctrica está cuantizada, siendo la más pequeña
posible, en la práctica, la del electrón, como es sabido. Sin embargo, para un
objeto cargado con dimensiones mensurables, este hecho se puede ignorar, debido
a la gran cantidad de electrones presentes.
Procedimiento general
Para calcular el
campo eléctrico que tal objeto produce en algún punto del espacio, conviene
subdividirlo en cargas mucho más pequeñas. Tomando una sola de estas cargas, se
puede considerar como una carga puntual y el campo que produce se halla a
través de la ley de Coulomb para cargas puntuales.
El procedimiento
se repite continuamente hasta hallar cada campo de cada carga puntual. Luego se
suman, vectorialmente, y el resultado es el campo eléctrico total que la
distribución produce en el punto seleccionado.
En esta figura se
tiene un objeto con carga total Q de forma arbitraria, del cual se toma una
carga muy pequeña dq, ubicada en cualquier parte del mismo. La distancia
entre dicha carga puntual y el punto donde se quiere calcular el campo es r,
mientras que k es la constante electrostática:
k ≈
8.9875517873681764 × 10⁹ N·m²/C²≈ 9 × 10⁹ N·m²/C²
- Se ‘divide’ matemáticamente el objeto en numerosas cargas minúsculas, que pueden considerarse ‘puntuales’.
- Enseguida, se aplica a cada una de estas cargas, llamadas dq, la ley de Coulomb para el campo eléctrico.
- Por último, se suman vectorialmente todos los campos eléctricos así obtenidos, lo cual se hace estableciendo una integral definida sobre toda la distribución y resolviéndola.
Este es el
procedimiento general que se sigue para calcular cualquiera problema de campo
eléctrico en una distribución continua.
La dificultad
radica, por supuesto, en establecer y resolver la integral correcta. Esta solo
puede resolverse analíticamente en ciertos casos con gran simetría, del resto,
se resuelve mediante procedimientos numéricos.
Además, nunca se
debe olvidar que el campo eléctrico es un vector, y que, por lo tanto, hay que
estar atento a dar todas sus componentes.
Vamos a
desarrollar un ejemplo con el que esperamos clarificar la cuestión de cómo
plantear y resolver la integral, ya que este el punto que suele presentar más
dificultades.
Ejemplo resuelto paso a
paso
Calcular el campo eléctrico producido por una barra delgada de longitud L, cargada uniformemente con carga total Q, en el punto P mostrado en la figura, el cual dista una distancia d del extremo derecho de la barra:
Solución
Paso 1
El primer paso es establecer un sistema de referencia para
ubicar correctamente tanto la distribución de carga como el punto donde se
quiere calcular el campo. En este ejemplo, basta con situarlo todo sobre el eje
x, entonces, el extremo izquierdo de la barra está x=0, el extremo derecho en
x=L y el punto P en la posición x=d+L.
Paso 2
Una vez situado el sistema de referencia con todo lo que
indica el enunciado, es el momento de tomar el dq que se va a colocar en
la ley de Coulomb. ¿Dónde se tomará? Pues en cualquier parte de la
distribución, evitando hacerlo en mitad de ella o en un extremo, ya que esta
carga diferencial debe estar en un lugar arbitrario.
En la figura,
esta ubicación se ha marcado en rojo y se la denota simplemente como x.
Todo lo que se sabe de ella es que se encuentra entre x=0 y x=L. A la carga
puntual en cuestión la hemos resaltado con un color más oscuro.
Paso 3
El siguiente paso es relacionar la carga puntual dq con la
geometría de la distribución, a través de alguna expresión algebraica. Como el
enunciado afirma que la carga está uniformemente distribuida sobre la barra,
entonces simplemente:
Q=λ∙L
Y, en
consecuencia:
dq=λ∙dx
Es decir,
cuando la carga total Q se distribuye de forma homogénea en toda la longitud L
de la barra, lógicamente también será así si una carga dq se distribuye
a lo largo de una longitud infinitesimal dx.
Paso 4
Ahora vienen los cálculos con la ley de Coulomb, donde se va
a sustituir todo lo que se estableció en los pasos previos, pero antes, es
preciso esbozar el campo producido por la carga infinitesimal dq.
Dado que el enunciado informa que la carga de la barra es Q,
positiva, el campo dE es saliente a la barra y dirigido
a lo largo de la línea que une a dq con P:
El vector se ha destacado en color azul para mayor claridad. Por lo
tanto, el campo estará dirigido a lo largo del eje x en sentido positivo.
Todo está listo para calcular la integral:
Recuérdese que la distancia r es la que hay entre la carga infinitesimalmente pequeña y el punto P donde se desea calcular el campo. Se ha resaltado en la figura de arriba como r= d+L-x.
Paso 5
Haciendo el cambio de variable:
Cuando x=0, u=d+L y cuando x=L, u = d, la se transforma en:
En ocasiones, es conveniente expresar el resultado en términos de la
carga total Q presente en la barra, en vez de la densidad de carga. Entonces,
sabiendo que Q=λ∙L:
Paso 6
Verificar la ecuación obtenida desde el punto de vista de las
dimensiones.
La expresión para cualquier campo eléctrico, en unidades del Sistema Internacional, contiene:
- La constante electrostática k, o bien la equivalente en términos de la permitividad del vacío ε₀, sabiendo que k = 1 / (4πε₀) y ε₀ ≈ 8.854 × 10⁻¹² C²/N·m².
- Carga eléctrica en el numerador.
- Una distancia al cuadrado en el denominador.
Según esto, la ecuación que se obtuvo en el paso 5 es correcta desde el punto de
vista dimensional.
Otra forma de verificar que la ecuación es correcta es hacer tender L a
0 (¿por qué?) y ver que se obtiene la expresión para el campo eléctrico
producido por una carga puntual:
Resumen
Cuando se tiene una distribución de carga continua y se quiere el calcular el campo que produce en cualquier punto P, hay que:
- Establecer un sistema de referencia adecuado.
- Dividir la distribución en pequeñas cargas infinitesimales.
- Expresar el diferencial de carga en términos de la densidad de carga y la geometría de la distribución.
- Armar la integral, cuyos límites estarán dados por la geometría de la distribución y recordando que el campo eléctrico es un vector, por lo que, en principio, habrá una integral por cada componente.
- Aprovechar las simetrías, si las hay, con el fin de facilitar y simplificar los cálculos. Por ejemplo, el campo de una distribución de carga esférica debe ser radial.
- Aplicar un método para la resolución de la integral. Si la distribución carece de simetría, un método numérico siempre será de utilidad.
Por F. Zapata.
miércoles, 2 de octubre de 2024
domingo, 23 de junio de 2024
Densidad, porosidad y permeabilidad de las rocas
Las propiedades de las rocas dependen en gran medida de los elementos que las componen, los procesos que le dieron origen y la disposición de las partículas constituyentes, entre otras variables.
Entre las propiedades más destacadas por su importancia geofísica, se encuentran:
- Densidad
- Porosidad
- Permeabilidad
Ello se debe a que cantidad de
hidrocarburos que pueden contener las rocas está determinada por los espacios
disponibles entre ellas, aunado a la capacidad de los fluidos para desplazarse
en el sustrato rocoso.
La piedra pómez es capaz de flotar en el agua debido a que su densidad aparente es cerca de la mitad de la del agua. Fuente: Wikimedia Commons. |
Densidad y peso específico
Se define como el cociente entre la masa M y el volumen V de una roca. Por lo general, se designa con la letra griega ρ:
ρ = masa / volumen
ρ = m /V
En el Sistema Internacional, la unidad para la densidad es kg/m3, pero suele utilizarse también g/cm3. La densidad del agua se toma como g/cm3 y sirve como patrón de referencia para las densidades de otras sustancias. Por ejemplo, una roca cuya densidad sea 2.5 g/cm3 es 2.5 veces más densa que el agua.
La densidad depende en gran medida de la
composición de la roca, pero también de la disposición de los granos que la
conforman. Como estos tienen formas irregulares, al agruparse normalmente
dejarán pequeños espacios vacíos, lo cual influye en el valor de la densidad.
Por ejemplo, se
sabe que la arena se compone de fragmentos de ciertos minerales, pero al tomar
una muestra, su densidad resulta menor de lo esperado, debido a la presencia de
estos poros.
Más aún, los poros
o espacios podrían estar llenos de algún fluido, contribuyendo a la disminución
de la densidad.
Si bien la densidad es una característica importante
de las rocas, ya que no depende del tamaño de la muestra, su valor no se
mantiene constante. Es sabido que se incrementa con la profundidad debido a la
compactación causada la presión y también por la cementación que ocurre con el
tiempo.
Alternativamente, al comparar con el
volumen de la roca puede utilizarse el peso de la roca en vez de la
masa. En ese caso, se habla del peso específico y se denota por la letra
griega γ:
γ = peso / volumen
γ = mg /V
En el Sistema Internacional, la unidad para el peso específico es N/m3, ya que el peso es una fuerza y se mide en newton (N).
Ambas magnitudes, densidad y peso específico,
están relacionadas mediante el valor de g, la aceleración de la gravedad:
γ = mg/V = ρg
Muchas veces se emplean indistintamente la densidad y el peso específico, tratándolas como si fueran la misma magnitud, pero conviene recordar que la masa está relacionada con la cantidad de materia, mientras que el peso lo está con la fuerza de gravedad. Por lo tanto, densidad y peso específico son magnitudes diferentes.
Densidad aparente
En la definición anterior, no se hizo
distinción alguna entre la parte sólida o grano de la roca y los espacios
vacíos. Por este motivo, a la densidad calculada de esta manera se la conoce
como densidad aparente. Su valor es menor que el de la densidad del
grano, es decir, el mineral constituyente.
Una forma de medir la densidad aparente de una muestra es secándola previamente, para luego pesarla. El volumen se determina con el método de la probeta (basado en el principio de Arquímedes) si se trata de rocas de baja porosidad, en caso contrario, se utiliza la picnometría o el densitómetro de gases.
Porosidad
La porosidad de una roca es la fracción del volumen de espacio entre las partículas sólidas de la roca, respecto al volumen total de la roca. El espacio incluye toda clase de cavidades (poros, grietas, fracturas) entre las partículas, así como espacios inter e intra-cristalinos:Como puede verse, la porosidad es
adimensional, por el cociente entre dos volúmenes. Ahora bien, el volumen ocupado
por los poros es la diferencia entre el volumen total y el volumen de las partículas
sólida de la roca, es decir, el volumen de la matriz:
Obsérvese que la porosidad no indica nada
acerca de la forma de los poros ni la manera en que están distribuidos dentro
de la roca, pero se puede llegar a conocer mediante experimentos de porosimetría,
ya sea de manera directa o indirecta, a través de su relación con otras
propiedades.
Porosidad total y porosidad efectiva
La porosidad total es la porosidad
tal como se definió anteriormente: la fracción del volumen aparente ocupada por
el espacio poroso total.
Por su parte, la porosidad efectiva
es la fracción del volumen ocupado por el espacio poroso interconectado,
que será menor que la porosidad total.
Permeabilidad
Esta magnitud mide la facilidad con la
que un fluido se desplaza por los poros de la roca. Como depende no solo del
tamaño de los poros, sino de lo bien interconectados que estén, la
permeabilidad está relacionada con la porosidad efectiva.
La permeabilidad también se ve afectada
por la compactación y la cementación, por lo que la profundidad tiende a
disminuir la permeabilidad.
Matemáticamente, la permeabilidad k se determina a través de la ecuación de Darcy, la cual establece que la velocidad media u del fluido en la roca es:
- Directamente proporcional a la permeabilidad íntrinseca k y al gradiente hidráulico, siendo este la variación diferencial de la presión (proporcional a la altura en el manómetro) respecto a la dirección en que se mueve el fluido (dp/dl).
- Inversamente proporcional a la viscosidad del fluido μ:
La unidad de la permeabilidad utilizada en la industria es el darcy, cuando el gradiente hidráulico se mide en atmósfera/centímetro y la viscosidad en centipoise.
Tiene sentido pensar que la velocidad media sea inversamente proporcional a la viscosidad, pues un fluido muy viscoso se moverá en el medio con más lentitud que, digamos, el agua.
También es frecuente encontrar la ecuación de Darcy en términos del caudal Q y el área de la sección transversal con A. En ese caso, llamando I al gradiente hidráulico, resulta:
Normalmente, la permeabilidad se
encuentra de manera indirecta a partir de la porosidad, la saturación de
fluidos, etc., usando para ello muestras extraídas del suelo que posteriormente
son analizadas en el laboratorio.
Los resultados de estos ensayos en los que se determinan los valores de la densidad, porosidad y permeabilidad, junto a otras magnitudes de interés como la resistividad, dirán si
un determinado pozo petrolero es o no es de interés para la producción.
Por F. Zapata
lunes, 17 de junio de 2024
Tipos de rocas
fundamental para la búsqueda de recursos minerales y la comprensión del planeta Tierra.
Los científicos las han agrupado en tres grandes categorías que a su vez se relacionan entre sí:
- Ígneas
- Sedimentarias
- Metamórficas
Las rocas vienen en infinidad de características, formas y colores debido a los procesos que les dieron origen. Fuente: Pexels. |
Rocas ígneas
Se forman por el enfriamiento y la posterior solidificación del magma, que es el material rocoso fundido que se encuentra a varios niveles de profundidad en la corteza y el manto terrestres.
Como el proceso de enfriamiento del magma es relativamente lento bajo la superficie, se van formando cristales grandes al solidificarse, conformando las rocas intrusivas, que van quedando expuestas en la superficie a causa de la erosión.
El principal ejemplo de este tipo de roca es el granito, el constituyente principal de la corteza terrestre.
Otras veces, el magma emerge a la superficie desde el interior de la Tierra, como ocurre durante las erupciones volcánicas. Entonces se le conoce como lava, la cual se enfría rápidamente, dando lugar a rocas formadas por cristales de menor tamaño.
Estas son las rocas extrusivas,
siendo las más conocidas los basaltos, ricas en minerales como hierro y
magnesio, de allí que sean más densas que los granitos.
Columnas de basalto en Rumania. Fuente: Wikimedia Commons. |
Rocas sedimentarias
Son las rocas formadas a partir de sedimentos acumulados en la superficie terrestre, la cual es afectada continuamente por la erosión, un proceso natural de desgaste originado por multitud de agentes como el agua, los vientos y la acción de los glaciares, entre otros.
Estos procesos desgastan la
superficie, transportando partículas que luego se acumulan en forma de capas en
distintos lugares. Estas capas se van litificando, es decir, se van
convirtiendo en roca mediante dos procesos básicos:
- Compactación, por acción mecánica del peso que va comprimiendo los materiales poco a poco.
- Cementación, causada por el agua que se va filtrando a través de los espacios entre los sedimentos. Con el tiempo, los materiales disueltos en el agua precipitan en esos espacios, convirtiéndose en masa sólida.
Durante estos procesos, la composición original de la roca puede verse alterada por reacciones químicas, aunque en otras ocasiones se mantiene más o menos inalterada.
Esto da lugar a dos tipos de rocas sedimentarias:
- Clásticas
- Químicas
Rocas sedimentarias clásticas
Las rocas sedimentarias clásticas
se componen de fragmentos de índole diversa, que pueden incluir no solo
minerales, sino restos de plantas y conchas marinas. Muchas de ellas son
importantes por su capacidad de actuar como rocas reservorio, es decir, que
pueden almacenar hidrocarburos en sus poros y fracturas.
Suelen diferenciarse por el
tamaño de sus partículas, siendo las más destacadas en esta categoría las lutitas
y las areniscas.
La lutita es una roca de grano fino cuyas partículas suelen tener menos de 1/256 mm, mientras que en la arenisca predominan granos similares en tamaño a la arena, entre 1/16 y 2 mm.
Rocas sedimentarias químicas
Estas rocas se distinguen
fundamentalmente por su composición química. Surgen mediante la cristalización
de minerales a partir de la acción del agua en la que vienen disueltos diversos
compuestos.
Sobresalen como ejemplo de estas
rocas sedimentarias las calizas, que son las más comunes, y la sal de
roca o halita, de gran importancia económica y cultural desde
tiempos neolíticos.
Por sus características, las rocas sedimentarias químicas tienen gran importancia en la investigación del pasado terrestre, pues contienen muchísima información relevante acerca de los ambientes que les dieron origen y cómo los sedimentos llegaron hasta un determinado lugar.
Si bien las rocas sedimentarias no son las más abundantes en la Tierra, sí que son las más abundantes en su superficie, lo cual tiene sentido, puesto que se forman mediante procesos que tienen lugar a niveles muy superficiales de la Tierra.
Los acantilados blancos de Dover, Inglaterra, compuestos de caliza de Creta de origen orgánico. Fuente: tofoli.douglas a través de Flickr. |
Rocas
metamórficas
Las rocas
metamórficas, como su nombre lo indica, se producen mediante transformaciones
de las rocas ya descritas o incluso de otras rocas metamórficas. De manera que
cada roca metamórfica tiene una “roca madre” que le dio origen, aunque no siempre
es tarea fácil averiguar cuál fue.
Los
procesos que crean rocas metamórficas están vinculados a cambios de presión y
temperatura, si bien su actuación puede ser de baja intensidad (metamorfismo
de grado bajo) o de alta intensidad
(metamorfismo de grado alto).
Así, un
metamorfismo de grado bajo puede transformar una lutita en pizarra, que
es una roca mucho más compacta. Pero un metamorfismo de grado alto puede causar
una transformación mucho más radical, a tal punto que hace imposible
identificar la roca madre.
Entre
estos extremos de metamorfismo hay toda una gama de grados intermedios que dan
lugar a gran variedad de texturas y composición química, produciendo en muchos
casos una cristalización en llamativas bandas llamada foliación.
Los esquistos y los gneis son excelentes ejemplos de esta clase de rocas metamórficas.
Muestra de filita, compuesta principalmente por micas y provienente del metamorfismo de las lutitas. Fuente: Flickr. |
El ciclo de las rocas
Los tres tipos de rocas descritos se conectan mediante un ciclo continuo y dinámico. Es el llamado ciclo de las rocas.
Esto significa que las características de una roca no permanecen inmutables en el tiempo. Por ejemplo, las rocas ígneas se desgastan y se convierten en sedimentos, que más tarde dan lugar a rocas sedimentarias mediante compactación y/o cementación. También pueden sufrir cambios cuando se encuentran en ambientes extremos, dando lugar a rocas metamórficas, que a su vez pueden originar sedimentos.
De igual forma, las rocas metamórficas y sedimentarias se pueden fundir para crear rocas ígneas y así sucesivamente, como ha venido ocurriendo en la Tierra desde hace millones de años, ya que este ciclo forma parte de las numerosas dinámicas que tiene el planeta para transformar y reciclar materiales.
martes, 7 de noviembre de 2023
Distribuciones de carga continua
Se dice que los objetos de tamaño mensurable con carga eléctrica son distribuciones de carga continua. Tales distribuciones deben tener, al menos, una dimensión medible o mensurable.
Un alambre delgado cargado eléctricamente es una distribución de carga continua. Fuente: Flickr. |
La distribución de
carga continua más simple es el alambre o la varilla delgada cargada
eléctricamente. La carga puede distribuirse de manera equitativa a lo largo de
toda la longitud, o bien puede seguir alguna distribución particular, como por
ejemplo, concentrarse más en un extremo del alambre y menos en el otro, o
concentrarse en el centro.
En cada caso, el campo
eléctrico producido por dicha distribución será diferente, dependiendo de la
ubicación de la carga y el punto donde se quiera calcular el campo. Por
ejemplo, si la varilla o alambre tiene carga uniformemente distribuida, y el
punto de interés se localiza en el eje del alambre, a cierta distancia de un
extremo, no será igual el campo que produce allí el extremo más cercano del
alambre, que el que produce el extremo más lejano, como es lógico.
El extremo más lejano
produce un campo menos intenso, en razón de su lejanía, mientras que el extremo
más cercano produce un campo más intenso.
La pregunta que surge
es: ¿cómo tener en cuenta estas diferencias a la hora de calcular el campo
eléctrico? Después de todo, la ley de Coulomb se define, en principio, para
cargas puntuales, por lo tanto, ¿cómo se la puede aplicar para calcular el
campo eléctrico de un objeto continuo en un punto dado?
Estrategia para calcular el campo
eléctrico de una distribución continua
Es tan simple que se puede resumir en tres pasos:
- Se ‘divide’ (matemáticamente, claro está) el objeto en multitud de cargas minúsculas, que pueden considerarse ‘puntuales’.
- Se aplica a cada una de estas cargas la bien conocida ley de Coulomb para el campo eléctrico.
- Finalmente, se suman (vectorialmente) todos los campos eléctricos así obtenidos (¡hay que resolver una integral!) y ya se tiene por fin el campo eléctrico resultante en el punto en cuestión.
Ahora, hagamos un
gráfico que ilustre lo antes dicho. Se tiene un objeto con carga eléctrica Q,
distribuida sobre él, la cual, por comodidad, se supondrá positiva. El objeto
tiene una forma arbitraria.
Se toma una pequeña
porción del objeto, que contiene una pequeñísima porción de carga, la cual se
llamará dq. Este será nuestro diferencial de carga, representado
por el cubito en la parte superior del objeto en la figura de abajo.
Recuérdese que el campo eléctrico es un
vector, de allí que es necesario especificar siempre su dirección, por eso se
requiere escribir siempre el vector unitario respectivo. En el caso de
una distribución de carga positiva, el campo es saliente, mientras que si es
negativa, el campo es entrante a la misma.
Esquema de la aplicación de la ley de Coulomb para el campo eléctrico en una distribución de carga continua. |
El campo eléctrico
resultante en P, producido por todas las pequeñas contribuciones ubicadas en
los distintos lugares del objeto, hasta cubrirlo por completo, es la integral
efectuada sobre todo el volumen V del objeto.
Si el objeto no tiene
un volumen apreciable, pero sí una superficie S mensurable, la integral se hará
sobre dicha superficie:
Por último, si la
dimensión mensurable del objeto es su longitud L, como en el caso del alambre
mencionado al comienzo, la integral se llevará a cabo sobre dicha longitud.
Este es el procedimiento
general para trabajar con distribuciones de carga continua, ya que cada
caso tendrá su propia geometría, es decir, unos determinados dq y un r,
los cuales deberán expresarse convenientemente para poder calcular la
respectiva integral y obtener el campo.
Densidades de carga eléctrica
El concepto de densidad de carga, análogo al ya familiar de densidad de masa, ayudará a establecer el dq apropiado para calcular la integral del campo eléctrico.
En esta imagen se resumen las tres posibilidades geométricas discutidas en el apartado anterior: distribución lineal de carga, con una densidad de carga lineal, distribución superficial de carga, con una densidad de carga superficial y, por último, la distribución de carga volumétrica, son su densidad de carga volumétrica.Fuente: hyperphysics. |
Se han elegido letras
griegas para simbolizar a cada densidad de carga, como se explica seguidamente:
Densidad de carga lineal
Se representa como λ, cuyas unidades son culombios por metro (C/m)
→ Cálculo de la carga
total
- Si la densidad es uniforme, el cálculo es muy simple:
Q=λ∙L
- Si la densidad es no uniforme, sino que depende de alguna coordenada espacial, digamos ‘x’, entonces hay que integrar sobre dicha dimensión, tomando una longitud infinitesimal sobre el alambre, dada por dx:
Donde L representa la longitud
total del alambre.
Densidad de carga superficial
Se representa mediante σ, cuyas unidades son culombios por metro cuadrado (C/m2)
En este caso:
- ‘dS’ es una superficie infinitesimal
- σ puede ser uniforme, o bien ser una función de las coordenadas espaciales.
→ Cálculo de la carga
total
- Si la densidad es uniforme:
Q=σ∙S
- Si la densidad es no uniforme, sino que depende de las coordenadas espaciales, digamos ‘x’ e ‘y’, entonces hay que integrar sobre la superficie S:
Donde dS representa una superficie muy pequeña del objeto
(infinitesimal).
Densidad de carga volumétrica
En este caso:
- ‘dV’ es un volumen infinitesimal
- ρ puede ser uniforme, o bien ser una función de las coordenadas espaciales.
→ Cálculo de la carga
total
- Si la densidad es uniforme:
Q=ρ∙V
- Si la densidad es no uniforme, sino que depende de las coordenadas espaciales, sino que depende de las coordenadas espaciales ‘x’, ‘y’ y ‘z’, por ejemplo, entonces hay que integrar sobre el volumen V:
Ejemplo 1
Distribución superficial de carga uniforme
Se tiene un disco de 5
cm de radio, con carga eléctrica positiva distribuida de manera uniforme en su
superficie a razón de 1.2 × 10-7 C/m2. ¿Cuál es la
carga total Q almacenada en el disco?
Solución
Dado que la carga está
distribuida de manera uniforme sobre el disco, la carga total es directamente
el producto de la densidad de carga superficial y el área del disco:
El área del disco es simplemente S =πr2:
S =πr2 = π × (5×10-2 m)2 = 0.0079 m2
Sabiendo que σ = 1.2 ×
10-7 C/m2, la carga total guardada en el disco es:
Q=σ∙S = 1.2 ×
10-7 C/m2 × 0.0079 m2 = 9.5 ×
10-10 C.
Ejemplo 2
Distribución lineal de carga no uniforme
Se tiene un alambre de longitud L = 1.5 m, el cual tiene una densidad de carga dada por:
¿Cuál es la carga
total en el alambre?
Solución
La carga no está
distribuida uniformemente, sino que depende de la ubicación ‘x’ de cada punto
sobre el alambre. Si colocamos un sistema de referencia donde el alambre se
ubica sobre el eje horizontal (el eje x), y los tonos de gris
representan la carga, en x=0 será blanco (porque no hay carga) mientras que en x = 1.5
m la densidad de carga será máxima, por eso se ve en negro.
Un segmento arbitrario dx, que contiene una pequeña carga dq, ubicado en un lugar arbitrario del alambre, tendrá una densidad de carga intermedia. La figura servirá luego para calcular el campo eléctrico del alambre, pero eso queda para otro post.
Ahora vamos al cálculo de la carga total, que es muy simple: