lunes, 8 de noviembre de 2021

¿Qué es la misteriosa Nube de Oort?

Por F. Zapata

La Nube de Oort es la lejana región del Sistema Solar, más allá de Plutón, de forma esferoidal, cuyo radio está entre 10,000 y 100,000 U.A. de distancia del Sol. 1 U.A. es la abreviatura de la Unidad Astronómica, equivalente a 150 millones de kilómetros aproximadamente, que es la distancia entre el Sol y la Tierra.

El límite más externo de la Nube también es el confín más lejano del Sistema Solar. Para hacerse una idea del enorme tamaño de la Nube, Plutón apenas está a 30-50 U.A. del Sol. Y la luz de este tarda unos 12 días más o menos en llegar al borde interior de la Nube (y como un año y medio para salir por el borde exterior).


La imagen de arriba, tomada de Wikimedia Commons, da una idea de los tamaños implicados, ojo porque la escala mostrada no es lineal, sino logartmica, es decir, la distancia va en potencias de 10, para poder abarcarlas todas. La flecha roja es el punto donde se encuentra el Voyager 1, que aún no ha entrado en la Nube.

La existencia de la Nube de Oort fue propuesta hacia 1950 por el astrónomo holandés Jan Ort (1900-1992), aunque otro astrónomo lllamado Opik, la había sugerido con anterioridad. En realidad, nadie ha visto la Nube, así que por el momento sigue siendo un objeto de naturaleza puramente teórica.

Se cree que la Nube está poblada de trillones de cuerpos helados, entre los que se cuentan planetesimales, planetas enanos, algunos asteroides y millones de cometas de período largo. Estos últimos son eventualmente arrojados a las inmediaciones del Sol, gracias a la acción gravitatoria de otros cuerpos celestes que acierten a pasar por los alrededores, como estrellas, por ejemplo, o tal vez debido al mismo disco de la Vía Láctea.

Estructura

Pese a ser un objeto teórico, los astrónomos señalan la existencia de dos regiones diferenciadas en la Nube de Oort: la región interna, también llamada Nube de Hills y la región externa, que representa los confines más lejanos del Sistema Solar.

Curiosamente, los científicos aseguran que la Nube de Oort interna tiene forma de donut o toroide, mientras que la externa es esférica y por su lejanía, apenas está sujeta a la acción de la gravedad solar, pudiendo ser perturbada fácilmente por otros cuerpos astronómicos. 

Esta sería la región de donde provienen precisamente los cometas de período largo, como se dijo antes, pero la Nube de Hills también constituye un reservorio importante.


La figura de arriba es una imagen artística de cómo es la Nube de Oort.

Movimiento

Los objetos en la nube de Oort tienen órbitas muy excéntricas, con distintas inclinaciones respecto al plano de la eclíptica. Esto no sucede con los planetas mayores como Venus, Marte y Júpiter, que sí se mueven sobre la eclíptica y por eso los vemos describiendo siempre la misma curva imaginaria en el cielo.

Como los cometas de período largo parecen provenir de cualquier parte del espacio, el astrónomo Jan Oort sugirió la existencia de la nube más o menos esférica, como el origen de la mayoría de ellos.

Origen

En principio, los científicos creyeron que la Nube de Oort se formó con los escombros y remanentes de la formación del Sistema Solar. Sin embargo, las complejas interacciones gravitatorias entre el Sol, los planetas gigantes y el resto de la galaxia, consiguieron expeler estos escombros hacia las afueras del Sistema Solar.

Más recientemente, los astrónomos han sugerido que la Nube de Oort, al menos en parte, es producto del intercambio de materia con otros sistemas estelares.

En efecto, la Nube no necesariamente es una exclusividad de este Sistema Solar. Otros sistemas estelares bien pueden haber dispuesto de sus escombros de la misma forma y tener así su propia Nube de Oort. No es descabellado pensar que el Sol también pudo tomar escombros de otros sistemas y adueñarse de ellos, poblando su propia Nube.

Los científicos creen que esto es posible, debido a que la masa estimada de la Nube de Oort no coincide con la que podrían tener los escombros dejados por la formación planetaria de este Sistema Solar. Si la Nube solo fuera producto de tales escombros, su masa sería mucho menor.

Y también debido a las órbitas peculiares de muchos cometas, tan diferentes y amplias, que obligan a los astrónomos a suponer que originaron de lugares muy, muy alejados del Sistema Solar. Entonces, puede que el Sol “robase” algunos escombros, gravitacionalmente hablando, de otras estrellas hermanas, cuando todavía era una estrella muy joven.

Y es que el Sol no nació solo, aislado en algún lugar recóndito del espacio, ni tampoco lo hizo justo donde se encuentra ahora. Las estrellas nacen en los cúmulos, lugares repletos de materia interestelar (gas y polvo), y no en solitario, sino rodeadas de numerosas estrellas hermanas. Se cree que el Sol nació al mismo tiempo que otras 200-400 estrellas, y que, al escapar de su lugar de nacimiento, bien pudo tomar a su paso objetos dejados por los sistemas de estas hermanas, guardándolos en su Nube de Oort.

La Nube de Oort y la extinción de los dinosaurios

Hay evidencia de que la Nube ha sido perturbada anteriormente, y volverá a serlo, nada menos que por otras estrellas. Está claro que estos objetos astronómicos no son para nada estáticos.

Por ejemplo, la estrella binaria de Scholz, en la constelación de Monoceros, actualmente a 22 años luz, se acercó lo suficiente como para pasar por la Nube de Oort, hace apenas 70.000 años. Así que pudo ser vista por la humanidad prehistórica, neandertales incluidos.

Más datos aseguran que la estrella Gliese 710, perteneciente a la constelación de Serpens, se acercará al patio trasero del Sistema Solar en poco menos de un millón y medio de años. Es fácil imaginar que su cercanía podría hacer que el cielo se llene de cometas venidos de la Nube de Oort, siendo la misma Gliese 710 visible como una estrella de primera magnitud (Gliese es una estrella naranja, menos brillante que nuestro Sol).



Estos no son solo un par de casos aislados. Los expertos creen que cada 100.000 años, una estrella vecina del Sol se acerca lo bastante al SistemaSolar como para perturbar la paz de la Nube de Oort y movilizar los objetos que la componen.

Según las simulaciones por computadora, las mayores cercanías se producen cada 9 millones de años más o menos. Quizá uno de estos encuentros cercanos pudo causar, silenciosamente, la desaparición de los dinosaurios millones de años atrás, así como otras extinciones masivas de vida en la Tierra.

Muy silenciosamente, porque se debe tener en cuenta que los objetos de la Nube, una vez sacados de su órbita por la estrella viajera, si son empujados hacia el Sistema Solar interior, pueden tardar hasta 2 millones de años en llegar a las cercanías de la Tierra.

 

 

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