lunes, 16 de enero de 2023

Más sorprendentes preguntas y respuestas sobre el Sistema Solar

Las misiones espaciales y los avances tecnológicos desde el siglo pasado hasta la actualidad, han desentrañado muchos de los misterios del Sistema Solar, pero este sigue siendo tan fascinante como siempre, pues hay mucho más de él que no conocemos.

A través de estas 10 preguntas y sus respuestas, queremos dar a conocer algunos detalles fascinantes del Sistema Solar, de acuerdo a los conocimientos que se tienen actualmente.

1.- ¿Cuál es el planeta capaz de flotar en el agua?

El majestuoso Saturno, cuya densidad de 690 kg/m3 es menor que la del agua, cuyo valor suele tomarse como 1000 kg/m3. Por lo tanto, si existiera un océano de agua tan grande como para albergarlo, el gigante gaseoso flotaría en él.

Esto puede parecer sorprendente, considerando que es el segundo planeta en tamaño de nuestro Sistema Solar, superado solo por Júpiter. Sin embargo, es preciso recordar la definición de densidad, que no es otra cosa que el cociente entre la masa y el volumen de un cuerpo, por lo tanto, el hecho de que Saturno tenga una densidad muy baja, significa que las partículas de los gases que lo componen se distribuyen en un volumen muy grande.

Saturno, el único planeta del Sistema Solar cuya densidad es menor que la del agua. Fuente: NASA.

2.- ¿A qué se debe que Júpiter y Saturno tengan tantos satélites?

No existe una explicación completamente satisfactoria para este fenómeno. En principio, puede decirse que, por ser los planetas más masivos del Sistema Solar, su atracción gravitatoria les permite a los planetas gigantes capturar la mayor cantidad de lunas.

Sin embargo, Plutón, que solo es un planeta enano, posee no uno, sino cinco satélites. Plutón es más pequeño que la Tierra y Venus, sin embargo, este último, al igual que Mercurio, carece de satélites.

En la imagen se muestran los cuatro satélites principales de Júpiter, llamados satélites galileanos, por haber sido descubiertos por Galileo en 1610. Fuente: Wikimedia Commons.

3.- ¿Por qué los científicos infieren que una parte del interior de la Tierra es líquido?


Es por la forma en que se propagan las ondas sísmicas, que son, como su nombre lo indica, las que se producen tras un terremoto. Existen unas ondas sísmicas que se propagan en medios sólidos y líquidos, llamadas ondas P, y otras que solamente viajan en sólidos, llamadas ondas S. Cuando se produce un temblor, estas y otras ondas se desplazan por el interior del planeta y sobre su superficie con una velocidad que depende de las propiedades del medio. 


Los sismógrafos pueden detectar ambos tipos de onda, pero cuando se produce un terremoto en determinado lugar de la Tierra, un sismógrafo situado en el extremo opuesto no detecta ondas S, lo cual significa que las ondas S encontraron a su paso un medio que les impidió continuar viajando, indicando sin lugar a dudas que se trata de un líquido, principalmente compuesto de hierro y níquel fundidos.


4.- ¿Cuántos tipos de planetas hay en el Sistema Solar?

 

Hay dos tipos principales: los planetas interiores o rocosos (Mercurio, Venus, Tierra y Marte) y los planetas exteriores o gigantes. Estos a su vez pueden ser: gigantes gaseosos (Júpiter y Saturno) o gigantes helados (Urano y Neptuno).


Los cuatro planetas gigantes: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, con la Tierra en medio para comparar lsus tamaños. Fuente: Wikimedia Commons.

5.- ¿Es Saturno el único planeta del Sistema Solar en poseer anillos?


No. Los demás planetas gigantes gaseosos también los tienen, tal como se ha descubierto más recientemente gracias a las distintas misiones espaciales. No obstante, los anillos de Júpiter, Urano y Neptuno no son tan majestuosos ni tan brillantes como los de Saturno, sino más bien débiles y oscuros, lo que dificultó su detección hasta épocas más recientes.

 

6.- ¿Cuál es el satélite natural más grande del Sistema Solar?

 

Ganímedes es el mayor satélite natural de todo nuestro Sistema Solar y orbita al gigante gaseoso Júpiter, con un diámetro aproximado de 5.268 kilómetros. Si orbitara el Sol, podría ser considerado un planeta por derecho propio, pues es más grande que Mercurio, cuyo diámetro es de 4.879 kilómetros y, por si fuera poco, Ganímedes posee un campo magnético propio, al igual que la Tierra, aunque carece de atmósfera.


7.- ¿El planeta enano Plutón marca los límites del Sistema Solar?

No, de hecho, el Sistema Solar se extiende mucho más allá, hasta la Nube de Oort, una estructura localizada como a 1 año luz de distancia del Sol, mientras que Plutón dista apenas 0,00062 años luz de Sol. Es en la Nube de Oort donde el viento solar, la magnetosfera y la influencia gravitatoria de nuestra luminaria terminan y por consiguiente, es allí donde se encuentra la frontera final del Sistema Solar.


8.- ¿Podemos ver algún asteroide a simple vista?

Sí, Vesta, ubicado en el cinturón de asteroides, entre Marte y Júpiter, es el único asteroide visible a simple vista desde la Tierra. Para ubicarlo, es necesario consultar una tabla con efemérides que nos muestre su localización en la fecha que hayamos seleccionado.


Imagen del asteroide Vesta, comparado con otros asteroides conocidos. Fuente: NASA.

9.- ¿Cuál es el planeta con los vientos más rápidos?

 

Es Neptuno, cuyos vientos se sabe que han alcanzando velocidades de hasta 1,100 millas por hora, o casi 1800 kilómetros por hora, superando, por ejemplo, las velocidades de la gran mancha roja de Júpiter. Estos veloces huracanes tienden a soplar en sentido contrario a la rotación del planeta, es decir, son retrógrados, pero los científicos todavía no tienen una explicación completamente satisfactoria para este fenómeno.

Imagen de Neptuno tomada por la sonda Voyager, lanzada en 1989. Fuente: NASA.

10.- ¿El Sol ha estado siempre en la posición que ahora ocupa?

No. De hecho, el Sol tiene un movimiento de traslación que lo lleva a viajar en torno a un punto de la galaxia, tardando nada menos que unos 250 millones de años en dar una vuelta completa. A lo largo de su vida estelar, el Sol ha completado 20 vueltas, según las estimaciones de los astrónomos.


Por F. Zapata








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