Por F. Zapata
La Dinámica se conoce como la parte de la Mecánica que
estudia las causas del movimiento y a las fuerzas como los agentes
responsables de este. Pero las fuerzas
no solamente cambian el estado de movimiento de un cuerpo, también podrían
encargarse de deformarlo.
O de ambas cosas tal vez, es decir, modificar la manera en
que el objeto se mueve y a la vez cambiar su forma. Como por los momentos nos
ocuparemos de los cuerpos suponiendo que se trata de partículas, no se considerarán
los efectos deformadores de las fuerzas. Y es que si los objetos se tratan como
cosas puntuales, sin extensión pero con masa, nada hay que pueda deformarse.
Figura 1. La dinámica es la rama de la mecánica encargada de estudiar por qué los cuerpos se mueven o por el contrario, están en reposo. Fuente: Piqsels. |
En efecto la Tierra ejerce sobre los objetos una fuerza que
los atrae, capaz de cambiar su estado movimiento, puesto que si se deja caer
libremente un cuerpo, este se dirige verticalmente hacia el suelo
aceleradamente.
Por lo tanto el peso es una interacción, es decir, una
fuerza.
Clasificación
de las fuerzas
Hay diversos tipos de de fuerzas. Normalmente se clasifican
en:
-Fuerzas de acción a distancia.
-Fuerzas de contacto.
Las fuerzas de acción a distancia, como su nombre lo indica,
no requieren que los objetos estén en contacto cercano para actuar. La fuerza
de gravedad es un ejemplo de fuerza de acción a distancia, ya que por ejemplo,
la Tierra ejerce su atracción gravitatoria sobre la Luna, sin necesidad de que
ambos objetos estén en contacto físico.
Las fuerzas electrostática y magnética son dos ejemplos más
de fuerzas de acción a distancia.
Por el contrario, las fuerzas de contacto requieren
específicamente que las superficies de los objetos que interactúan estén
estrechamente cercanas unas con otras. Es el caso de las fuerzas normales que
ejercen las superficies sobre los cuerpos que se apoyan sobre ellas.
Otras fuerzas de contacto muy conocidas son las de rozamiento. Hay varios tipos de
rozamiento, como el rozamiento estático, el rozamiento cinético y el rozamiento
viscoso.
Una vez que el contacto entre los cuerpos termina, estas fuerzas dejan de ejercer su acción. Por lo tanto los cuerpos no
guardan en sí mismos las fuerzas, sino más bien la energía que estas le
pudieron comunicar en un momento dado.
Las fuerzas fundamentales
Acabamos de mencionar algunas de las fuerzas más conocidas
en el mundo que nos rodea. Y hay más aparte de ellas, por ejemplo la fuerza que
ejerce un resorte, la que se ejerce a través de una cuerda y fuerzas muy
importantes, como las que mantienen cohesionados a los átomos y a las
moléculas.
La Física reconoce la existencia de cuatro fuerzas
fundamentales en la naturaleza: la gravedad, la fuerza electromagnética, la
interacción nuclear fuerte y la interacción nuclear débil. Estas fuerzas
tuvieron su origen durante el big bang,
el evento que dio origen al universo donde vivimos, hace ya 13.800 millones de
años.
Vivimos inmersos en la gravedad de la Tierra desde que nacemos, por eso es la fuerza con la que estamos más familiarizados. La gravedad dió origen al sistema solar y a la galaxia, pero hay otras interacciones igualmente importantes.
Figura 2. La fuerza de gravedad es una de las cuatro interacciones fundamentales de la naturaleza. Fuente: Pixabay. |
Por ejemplo están las interacciones
nucleares débil y fuerte. Pocas veces nos acordamos de ellas, pero no por ello dejan de ser las fuerzas que mantienen
cohesionados nada más y nada menos que a los átomos que conforman nuestros
cuerpos. Y toda la materia que nos rodea por supuesto.
Como sabemos, hay tres partículas elementales en el átomo:
protones, electrones y neutrones. Los protones y electrones tienen carga
eléctrica, positiva los primeros y negativa los segundos, por su parte los
neutrones carecen de carga neta.
Ocurre que las cargas eléctricas de signos opuestos se
atraen, mientras que las de signos iguales se repelen, como el núcleo del átomo
está compuesto de protones y neutrones, cabe la pregunta acerca de cómo
consigue mantenerse estable.
La respuesta está en las interacciones nucleares débil y
fuerte.
Las fuerzas como vectores
Las fuerzas son magnitudes físicas de carácter vectorial.
Esto significa que tienen magnitud o módulo, dirección y sentido.
Por lo tanto todo lo aprendido acerca de las operaciones con
vectores es preciso aplicarlo a las fuerzas. por ejemplo, es claro que el
movimiento de un cuerpo dependerá no solamente de la intensidad de un a fuerza
aplicada, sino también de la dirección y del sentido en que esta se aplica.
Tomemos la fuerza de rozamiento cinético, que el roce que
una superficie ejerce sobre un cuerpo que se mueve sobre ella. Esta fuerza está
dirigida paralelamente a la superficie y su efecto es de ralentizar o frenar al
cuerpo, por lo que siempre se opone a la dirección del movimiento, sea cual sea
esta.
Este es un buen ejemplo de lo importante que es especificar
la dirección y el sentido de una fuerza aplicada, al momento de analizar sus
efectos sobre el movimiento del cuerpo. Muy distintos serían los efectos de una
fuerza de contacto cuya dirección fuese perpendicular a la superficie.
Este es el caso de la fuerza normal, que ejerce un apoyo
sobre el cuerpo, impidiendo de caiga. Sus efectos son muy diferentes que los de la fuerza de roce
cinético.
La fuerza resultante o fuerza neta y el
principio de superposición
Es común que sobre un
cuerpo actúe más de una fuerza. A la suma vectorial de todas las fuerzas que
actúan sobre un cuerpo se la llama fuerza resultante, fuerza neta o fuerza
total. A los vectores se los denota con negrita en texto impreso, o con una
flecha encima de la letra que las simboliza, lo que es usual en texto
manuscrito.
Por lo tanto, si FR
es la fuerza resultante y F1, F2, F3….. Fn son las fuerzas que
actúan sobre el cuerpo, es decir, un sistema
de fuerzas, podemos escribir en forma matemática lo antes dicho como:
FR = F1 + F2 + F3…..+ Fn
Empleando la notación de sumatoria, mucho más compacta:
FR = ∑
Fi
Donde la sumatoria comienza desde i = 1, la primera de las
fuerzas y termina en i = N, la fuerza N-ésima. A la ecuación anterior se la
como el principio de superposición.
Usualmente una fuerza podrá estar dirigida en cualquier
dirección del espacio. Si utilizamos los vectores unitarios dirigidos a lo
largo de las tres direcciones preferenciales del espacio i, j y k, podemos representar cualquier fuerza
de la forma:
F = Fx
i + Fy j + Fz k
Donde Fx, Fy y Fz son las
componentes cartesianas de la fuerza.
Las leyes de Newton
Isaac Newton fue el físico inglés que revolucionó la ciencia de su tiempo cuando publicó
su teoría acerca del movimiento en el libro Principia
de 1687. Sus leyes explicaron allí por primera vez –y lo siguen haciendo hoy en
día- cómo funciona el movimiento, al menos para las cosas que no se mueven
demasiado rápido.
Unos pocos
años atrás Galileo había sentado las bases del trabajo de Newton al desafiar
las creencias aristotélicas que imperaban en el mundo por entonces. Esto lo
llevó a meterse en problemas con las autoridades.
Pero para
fortuna de quienes le siguieron, naturaleza terminó por darle la razón a
Galileo y al cabo de poco tiempo, Newton consiguió darle la forma que sirvió
para que la humanidad llegara a la Luna:
Primera Ley de Newton
También se
la conoce como ley de inercia, y
afirma que un objeto permanece en reposo o bien se mueve con movimiento
rectilíneo uniforme, a menos que exista una fuerza neta sobre él que cambie su
estado de movimiento.
Segunda Ley de Newton
Si sobre un
objeto actúa una fuerza neta FR,
el objeto adquiere una aceleración a
proporcional a su masa m. Matemáticamente se tiene:
FR = m.a
Este es el
principio de la masa.
Tercera Ley de Newton
Sean dos objetos, etiquetados 1 y 2. Si el
cuerpo 1 ejerce sobre el 2 una fuerza F12,
entonces el cuerpo 2 ejerce sobre el 1 una fuerza F21, de igual magnitud y dirección a F12, pero de sentido
contrario. Este es el principio de acción
y reacción:
F12 = - F21
Observaciones
importantes acerca de las Leyes de Newton
Inercia, masa y peso
Los cuerpos
tienen inercia, que es la resistencia
natural a cambiar el estado de movimiento. Newton afirma en su primera ley que
los objetos no son capaces de cambiar su movimiento por sí mismos, siendo
necesaria la intervención de una fuerza externa para lograrlo. Hay que recordar
que los cuerpos no se aplican fuerzas a sí mismo, por eso hacemos hincapié en
distinguir entre el objeto que recibe la fuerza y aquel que la aplica.
La inercia
de los cuerpos crece con su masa, a mayor masa más inercia. Y la masa a su vez
depende de qué tanta materia tenga el objeto. Por lo tanto la masa es la medida
de la inercia de los cuerpos.
¿Y qué hay
del peso? Mucha gente confunde masa con peso, al fin y al cabo están muy
relacionados, ya que todos entendemos que los objetos con más masa son más
pesados. La diferencia radica en que el peso es una fuerza, la que la Tierra
ejerce sobre el cuerpo.
Y por ser
una fuerza, el peso tiene naturaleza vectorial: una magnitud, una dirección y
un sentido. Todo peso está dirigido en la dirección radial hacia el centro de
la Tierra.
Es
necesario destacar el hecho de que un objeto tiene masa, aunque no tenga peso.
Lo que pasa es que dentro del campo gravitatorio de la Tierra, ambas cantidades
son proporcionales, como veremos a continuación.
Peso
Matemáticamente
el peso P o W (por weight en inglés)
tiene magnitud dada por:
P = mg
Donde m es
la masa del cuerpo y g es la aceleración de la gravedad y es de hecho, el campo
gravitatorio terrestre. Nótese que la magnitud del peso se denota sin
negrita, mientras que la fuerza como tal se denota con negrita. Para
esto empleamos los vectores unitarios i,
j y k:
P = mg j
Eso
suponiendo que le asignamos sentido positivo en el eje y a la dirección radial, porque puede ser conveniente asignar signo
negativo. En ese caso:
P = mg (- j)
Figura 3. La balanza se usa para determinar el peso de un objeto. A este modelo se le añadió una nueva calibración distinta a la que trajo de fábrica: en precio. Fuente: Pixabay. |
Las unidades de la fuerza
y algunas equivalencias
De la
segunda ley de Newton podemos deducir fácilmente las unidades de la fuerza. En
el Sistema Internacional SI, la masa viene dada en kilogramos y la aceleración
en metros sobre segundo al cuadrado, por lo tanto:
1 kg x m/s2
= 1 newton o 1 N
El newton se abrevia N. Pero hay otras unidades que se usan
con frecuencia, por ejemplo en el sistema c.g.s. (centímetro, gramo, segundo)
se usa la dina, que se define como:
1 dina = 1 g x cm/s2
En el sistema técnico, la unidad es el kilogramo-fuerza o kilopondio, definido como la fuerza con la que
la Tierra atrae a su centro a un objeto de 1 kg de masa, ubicado al nivel del
mar y a 45º grados de latitud norte.
Otro sistema de unidades importante en ingeniería es el
sistema británico de unidades, que utiliza la libra-fuerza o pound.
Como habitualmente se trabaja en el Sistema Internacional de
unidades SI, a continuación están las equivalencias en newton:
1 kilogramo-fuerza = 9.8 N
1 N = 105 dinas
1 libra-fuerza = 4.45 N
Acerca de la tercera ley de Newton
El lector atento habrá notado sin duda que las dos primeras
leyes de Newton se refieren a un único
cuerpo. Sin embargo la tercera ley de Newton involucra dos cuerpos y nos
dice que siempre que haya una acción, existe una reacción. Hay por tanto dos
fuerzas, que actúan sobre objetos diferentes.
Es bueno tener esto siempre presente, ya que como hemos
antes, un cuerpo no ejerce fuerza sobre sí mismo, la fuerza sobre un objeto
proviene siempre de algún agente externo.
Por ejemplo, al empujar un sofá con la mano, el sofá ejerce
sobre la mano una fuerza de la misma magnitud. Y ambas fuerzas actúan simultáneamente.
Figura 4. La ley de acción y reacción aplicada al sistema persona-sofá. A cada acción corresponde una reacción. Fuente: Thomas, W. Física Conceptual. |
Lo que sucede a la persona que
empuja, no interviene para nada en el movimiento del sofá. Si vamos a ocuparnos
de este movimiento, tendremos que imaginar aislado al sofá y tomar en cuenta
todas las fuerzas que actúan sobre él: la que aplica la persona, su peso y el
roce entre las patas del sofá y el suelo.
Por el principio de superposición, la resultante de todas
ellas nos indicará cómo es el estado de reposo o movimiento del mueble.
Referencias
- Figueroa, D. 2005. Física para Ciencias e Ingeniería. Editador por Douglas Figueroa. USB.
- Katz, D. 2013. Physics for Scientists and Engineers. Cengage Learning.
- Resnick, R. (1999). Física. Vol. 1. 3ra Ed. en español. Compañía Editorial Continental S.A. de C.V.
- Thomas, W. 2008. Física Conceptual. McGraw Hill.
- Zapata, F. Fuerza centrífuga. Recuperado de: lifeder.com.
- Zapata, F. Primera ley de Newton. Recuperado de lifeder.com
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